30 de octubre de 2012
Qué más da.
Despierto.
Con las ansias rotas de seguir
poso el pie izquierdo sin variar
y se hunde en todo eso
que entre buenos días
intento olvidar.
Cobarde.
Cobarde.
Cada día, el izquierdo.
Hasta que el derecho
tiene ganas de despabilarse
y cuando no,
vago sin querer
temblando.
temblando.
Despierto queriendo no
dormir.
Duermo queriendo no
despertar.
Y la línea entre ambas cosas
la marcas tu, que te miro
con los ojos cerrados
(Y si estás cerca:
Con una pizca de sudor y
la pasión entreabierta
desacomodamos el
nido de uno,
que nunca somos dos)
o con los ojos abiertos
también
(Testificándote,
mi sueño entero,
al despierta tararearme
la canción de tu amor...)
(Y si estás cerca:
Con una pizca de sudor y
la pasión entreabierta
desacomodamos el
nido de uno,
que nunca somos dos)
o con los ojos abiertos
también
(Testificándote,
mi sueño entero,
al despierta tararearme
la canción de tu amor...)
29 de octubre de 2012
Una cosa más.
Comenzó otro día, pero otro día como ningún otro, porque el anterior no se repetirá para mi o para él jamás.
25 de octubre de 2012
Lluvia.
Llueve. Ahora llueve.
Purifica
En vano.
Purifica
En vano.
Enjuaga el chubasco el maquillaje
mal puesto de avenidas vacías
escurriendo tintes negros.
Afeita la suciedad
de la estirpe,
pero vuelve a brotar.
Otra vez.
Va a dar a quien sabe donde.
Como yo.
Que no sé a donde iré a dar.
Tampoco.
Ser una gota.
Evaporarme.
Flotar algodonoso queriendo sanar
mal puesto de avenidas vacías
escurriendo tintes negros.
Afeita la suciedad
de la estirpe,
pero vuelve a brotar.
Otra vez.
Va a dar a quien sabe donde.
Como yo.
Que no sé a donde iré a dar.
Tampoco.
Ser una gota.
Evaporarme.
Flotar algodonoso queriendo sanar
lo que se proyecta debajo o ser nube y
llorarme de nuevo.
Limpia todo.
Menos a mi.
Muerto.
Que no soy nada.
En un ciclo sin fin.
Vacío.
llorarme de nuevo.
Limpia todo.
Menos a mi.
Muerto.
Que no soy nada.
En un ciclo sin fin.
Vacío.
Labios.
Simplemente
entinta mi boca
con sabores que
te tatúen en ella.
Porque:
No me bastan tres te quiero juntos.
Y no sobran tres besos separados.
Pero y ni con eso bastará,
porque no quiero que se sequen.
Que sean como rocío
y mantengan fresco
nuestro
diluvio.
porque no quiero que se sequen.
Que sean como rocío
y mantengan fresco
nuestro
diluvio.
Es que:
Saben tan bien.
Saben amables
cuando me dibujan
figuras que sólo respiran en ti,
planetas para mi.
figuras que sólo respiran en ti,
planetas para mi.
Pero no me basta.
No me basta.
Nunca me basta.
Y eso que...
P.d: El retrato es de mi autoría también :).
23 de octubre de 2012
Besos.
No es más bello el beso que el instante previo a darlo: La voluntad misma del querer. En ese efímero momento se haya la esencia misma del beso. Quien sabe si me equivoco en esto, pero siempre veneraré ese instante tanto como el previo a hacer el amor...
Nosferatu moderno.
- No, no importa. No importa a cuantos les succione la sangre por día, ya de por si caminan como yo: Muertos. Sombras difusas que se entremezclan con el montón. - dijo mientras sorbía pausadamente un líquido rojizo que se precipitaba hacia abajo, hacia el labio que quien sabe cuantas veces habría probado la piel ajena.
"No importa a cuantos les de en la cara los rayos del sol si se ocultan del mismo por la resaca del mundo con el montón. Sonó casi hasta poético, ¿no? Así es, por eso cometí esos actos tan desagradables, es casi poético. De hecho les hice un favor. Dijo uno de ustedes alguna vez que lo mejor que le puede suceder a un ser humano es nacer y lo segundo mejor, morir inmediatamente..., algunos se demoran demasiado, yo acelero el proceso para los que no creo que merecen continuar respirando. Eso es todo."
El detective lo observaba con recelo de arriba a abajo. Era un hombre cualquiera, se podía confundir con quien fuera. Cabello castaño oscuro peinado con algo de gel hacia un lado, barba de un par de días que le sentaba, hay que admitirlo, bastante bien haciéndolo parecer más maduro de lo que ya de por sí era. Vestido con un elegante traje negro azabache, aún más oscuro y tenebroso que la mismísima noche en esos días que las estrellas parecen estar durmiendo egoístamente sin prestar su luz. Así era el sujeto al que interrogaba. Poseía algo, ese algo que no lo dejaba en paz, le robaba los nervios. Le recordaba a alguien, ¿pero a quién?
- ¿Eso es todo detective O'Lack? - Susurró viperinamente el acusado sin desprender sus penetrantes ojos de su amenaza.
- Sí. Es su declaración acerca del móvil que motivó a actuar de tan espantosa manera, hematófago de tercera. Acompáñeme a la jefatura, por favor - Le espetó el detective O'Lack sin muchos miramientos más notando la furia contenida que se originaba en el interior de los ojos de su presa al llamarle tan despectivamente.
- ¡¿Hematógafo de tercera dice usted?! - gritó el sujeto con una risa exageradamente macabra.
- ¡Silencio! ¡Andando!
- Como usted quiera, pero la noche no acaba aún y a la Tierra le queda girar más para que amanezca, bueno, si es que amanece - dijo el hombre mientras reposaba la copa en la mesilla.
- ¿Si es que amanece qué o quién? - inquirió O'Lack.
- Quien sabe...Quien sabe... - respondió lentamente el acusado mientras saboreaba pausadamente el aroma del aire y la sangre en los recién crecidos colmillos de su boca.
"No importa a cuantos les de en la cara los rayos del sol si se ocultan del mismo por la resaca del mundo con el montón. Sonó casi hasta poético, ¿no? Así es, por eso cometí esos actos tan desagradables, es casi poético. De hecho les hice un favor. Dijo uno de ustedes alguna vez que lo mejor que le puede suceder a un ser humano es nacer y lo segundo mejor, morir inmediatamente..., algunos se demoran demasiado, yo acelero el proceso para los que no creo que merecen continuar respirando. Eso es todo."
El detective lo observaba con recelo de arriba a abajo. Era un hombre cualquiera, se podía confundir con quien fuera. Cabello castaño oscuro peinado con algo de gel hacia un lado, barba de un par de días que le sentaba, hay que admitirlo, bastante bien haciéndolo parecer más maduro de lo que ya de por sí era. Vestido con un elegante traje negro azabache, aún más oscuro y tenebroso que la mismísima noche en esos días que las estrellas parecen estar durmiendo egoístamente sin prestar su luz. Así era el sujeto al que interrogaba. Poseía algo, ese algo que no lo dejaba en paz, le robaba los nervios. Le recordaba a alguien, ¿pero a quién?
- ¿Eso es todo detective O'Lack? - Susurró viperinamente el acusado sin desprender sus penetrantes ojos de su amenaza.
- Sí. Es su declaración acerca del móvil que motivó a actuar de tan espantosa manera, hematófago de tercera. Acompáñeme a la jefatura, por favor - Le espetó el detective O'Lack sin muchos miramientos más notando la furia contenida que se originaba en el interior de los ojos de su presa al llamarle tan despectivamente.
- ¡¿Hematógafo de tercera dice usted?! - gritó el sujeto con una risa exageradamente macabra.
- ¡Silencio! ¡Andando!
- Como usted quiera, pero la noche no acaba aún y a la Tierra le queda girar más para que amanezca, bueno, si es que amanece - dijo el hombre mientras reposaba la copa en la mesilla.
- ¿Si es que amanece qué o quién? - inquirió O'Lack.
- Quien sabe...Quien sabe... - respondió lentamente el acusado mientras saboreaba pausadamente el aroma del aire y la sangre en los recién crecidos colmillos de su boca.
22 de octubre de 2012
20 de octubre de 2012
Toc toc, toc toc.
En mi ausencia,
deja caer los párpados
y apaga el mundo;
tócate el pecho
y siente dos leves golpecillos:
Toc toc.
Dos como uno. Uno mío y otro tuyo
y otro par mío.
Ahí estaré. Siempre.
(Hasta en la noche,
cuando toque necio a tu reino
sin querer salir de ahí jamás)
sin querer salir de ahí jamás)
Toc toc.
Entro con gusto,
pero no me permitas salir tan lejos luego,
que si hallo una vasta floresta
la quiero andar contigo y si me pierdo
(Porque sólo me se el mapa
de tu abdomen de arriba abajo)
quiero que sea a tu lado.
Toc toc.
Entro con gusto,
pero no me dejes ir tan lejos luego,
que si me vuelvo loco
en este laberinto cotidiano
(Si no es que ya mi juicio
quedó enterrado entre tus caderas)
quiero que seamos locos juntos y lanzar
cohetes a la luna para que caigan
pedacitos salados de ella y
comérnoslos como lo hacemos con
nosotros antes de que nazca
otro día entre gotas de sudor.
En mi ausencia,
deja caer los párpados
y apaga el mundo;
tócate el pecho
y siente dos leves golpecillos:
Toc toc.
Y si los escuchas con atención dirán:
Te amo, te amo.
18 de octubre de 2012
Diente de león.
Cuantas ganas de cortar el tallo
o disfrazarme de diente de león
o disfrazarme de diente de león
que besa el céfiro húmedo,
húmedo como rocío
que no haya otro abrigo
que yo y me precipita
contra el suelo sin dejarme
volar:
Como los besos del mundo
que no me dejan
huir.
¡Qué pesados son!
que no haya otro abrigo
que yo y me precipita
contra el suelo sin dejarme
volar:
Como los besos del mundo
que no me dejan
huir.
¡Qué pesados son!
16 de octubre de 2012
¿Quién? ¡¿Quién?!
Quién entendería que ahora mis ojos
desayunan quimeras, al mis párpados
abrirse, masticar, cerrarse y tragar.
De día y noche
enfermo.
Cada vez pesa más la cruz a cargar.
Porque se agota a gotas mi sangre rota
que agonía solloza sin parar.
Rescátame
del cetrino infierno .
Y riego los augurios que sembré sobre
frías y rojas cenizas con la esperanza
de que un fénix vuelva a nacer.
Porque transido
15 de octubre de 2012
Entre cráneos: En la calle.
Aborrezco transitar por aquí. Ese maldito llanto del chello siempre me desquicia, pero es como si sólo yo lo pudiese percibir. En la cara del "artista" callejero no hay ninguna impresión, ni una sola, es como si le hubiesen limado la emotividad de lo que interpreta (Eso no arte). Es un dúo terrible y el público fantasmal que se sienta al lado a escucharlo parece estar sumido en un trance (Aunque así están todos: En trance).
La ciudad apenas respira. No hay mucha brisa entrando a su cuerpo, pero la suficiente como para no asfixiarse por completo. Es casi un horno fundiendo sueños frustrados de todos los que nacimos aquí y sé que allá, no, ahí no, allá, más al norte de todo, aún con gélidos veranos e inviernos por igual, es lo mismo. ¿Cómo lo sé? Porque se le nota en los ojos a las bandadas que vuelan hacia allá y vuelven aquí al final: Nadie escapa de donde cree que es su nido, aunque hay quienes lo logran y se sienten con libertad de gobernarse a si mismos, pero no, aún no, aún son dependientes del cielo, de las nubes, de las tormentas, del clima, de todo por igual y del resto de la bandada que dejaron atrás también...Me quedaré aquí un rato hasta que el día se vuelva a dormir. Este hotel de mala muerte quizás me siente bien para recargar las pilas, porque eso somos, pilas. ¿Acaso no lo sabían? Bueno, ahora lo saben. Me arrecostaré en la cama. Que hedor tan nauseabundo llega a mis sentidos, pero no únicamente es mi sudor, sino el de la bandada de pilas oxidadas en general...
Hasta mañana.
Nada.
¿Y luego? Sí, eso, ya lo sé y tu también, pero ¿después? Nada. Eso suponía. ¿Ni todo? No. Todo es nada y nada es todo. Todo comienza en la nada y nada se vuelve al final...Lo único que podría parecer importar es el punto medio y no siempre, porque: Hay demasiados puntos medios.
Contigo, todo.
Sin ti, nada.
Contigo, todo.
Juntos, el infinito.
No mido tus besos,
(Aunque les presto mucha atención)
los guardo en un balcón
para que desde lo alto
todos los puedan ver volar;
(Hasta esos que se fueron con don Tiempo
los mirarán)
No mido tus besos,
siempre vuelven y se repiten
y conocen la inmortalidad.
Y don Tiempo se enoja y don Sol también.
(Pero doña Luna no y nos viste de estrellas)
(Pero doña Luna no y nos viste de estrellas)
Eres tan para mi
y yo tan de ti y
tan de tus besos,
porque sin ti, nada.
Contigo, todo.
Juntos, el infinito.
Y el infinito: Nosotros..
14 de octubre de 2012
Entre cráneos: En la capital.
¡Vaya lugar al cual vine a nacer! Tan descolorido para mí mientras a los demás los maravillan las nuevas pantallas holográficas que colocan en lo alto de las tiendas de segunda…Colores que preferiría poder evitar observar para no vomitar; se te clavan en las pupilas como agujas y te perforan el cráneo causando severos dolores de cabeza durante semanas.
A donde quiera que transites en este sitio lo verás todo de idéntico tono, no importa el ángulo. Mires a donde mires hallarás personas, mas no humanidad; la humanidad ya dejó de ser hace mucho tiempo atrás, lo que quedan son vestigios de una especie que ya no evoluciona, la ciencia, la tecnología los ha convertido en las mismas máquinas copiosas que manipulan con equivalente ilusión. Hay cosas curiosas aquí claro está, aunque igual de inútiles y vanas, como los nuevos dispositivos móviles con los cuales puedes transmitir emociones.
Aquí es así. Nada tiene valor, sólo somos baterías y nos reemplazan a voluntad. Los ricos creen ser amos de un mundo que con una sacudida los puede mandar al otro barrio, pero nada pasa. Nada cambia. No me atrevo a acabar con mísera existencia porque aún queda en mi interior un rastro de curiosidad acerca de cómo va a acabar todo, porque el final esta cerca; ese último capítulo que tanto anhelo llegar a leer con mis ojos está tan cerca que hasta en el viento se puede palpar…Y seguiré esperándolo con ansias.
A donde quiera que transites en este sitio lo verás todo de idéntico tono, no importa el ángulo. Mires a donde mires hallarás personas, mas no humanidad; la humanidad ya dejó de ser hace mucho tiempo atrás, lo que quedan son vestigios de una especie que ya no evoluciona, la ciencia, la tecnología los ha convertido en las mismas máquinas copiosas que manipulan con equivalente ilusión. Hay cosas curiosas aquí claro está, aunque igual de inútiles y vanas, como los nuevos dispositivos móviles con los cuales puedes transmitir emociones.
Aquí es así. Nada tiene valor, sólo somos baterías y nos reemplazan a voluntad. Los ricos creen ser amos de un mundo que con una sacudida los puede mandar al otro barrio, pero nada pasa. Nada cambia. No me atrevo a acabar con mísera existencia porque aún queda en mi interior un rastro de curiosidad acerca de cómo va a acabar todo, porque el final esta cerca; ese último capítulo que tanto anhelo llegar a leer con mis ojos está tan cerca que hasta en el viento se puede palpar…Y seguiré esperándolo con ansias.
De noche.
Hace sol de noche
cuando me besas
y amanezco.
Y cierras los ojos:
El día siendo día
lo hace también...
lo hace también...
10 de octubre de 2012
Desvariando.
Desvarío y
sin variar.
No aparece ninguna pausa.
Ni una de esas como pósters amarillos
que siguen pecando al buen gusto
en cantinas de mala muerte o
fotos de recién casados de más
de un matrimonio fracasado::
sin variar.
No aparece ninguna pausa.
Ni una de esas como pósters amarillos
que siguen pecando al buen gusto
en cantinas de mala muerte o
fotos de recién casados de más
de un matrimonio fracasado::
Pero intactos.
Miradas intactas.
Ojos con brillo imparpadeante.
Ojos con brillo imparpadeante.
Segunderos muertos que
no respiran más allá del recuerdo
y se arrastran fuera de sus tumbas
hasta en la más gélida de las
medias noches o los medios días...
Sólo puedo,
sólo puedo dejar que el tiempo me arrastre
a voluntad y arroje mi cuerpo
como una bola de papel.
sólo puedo dejar que el tiempo me arrastre
a voluntad y arroje mi cuerpo
como una bola de papel.
Ya no.
Ni lo cuento.
Ni lo creo.
No lo ajusto ni rodeo.
Ni lo veo. Ni lo siento.
Ni lo plasmo en mi muñeca
como una cadena menos dolorosa
que esta ilusión de ambigua libertad.
No lo ajusto ni rodeo.
Ni lo veo. Ni lo siento.
Ni lo plasmo en mi muñeca
como una cadena menos dolorosa
que esta ilusión de ambigua libertad.
Desvarío.
Reconozco que la única pausa
será cuando el cuerpo
no seas más que un arrugado
papel y yo:
Palabras nunca escritas
en el.
Reconozco que la única pausa
será cuando el cuerpo
no seas más que un arrugado
papel y yo:
Palabras nunca escritas
en el.
Cielo.
Eres cielo.
Deja que la brisa
te quite la gripe, la calentura
que te dio el mundo, que no
quiero que seas tormenta
ni que lluevas más.
- Aunque si fueses rocío
sobre mi en la madrugada
no estaría mal -
Descansa,
mucho, pero tampoco tanto:
Lo suficiente, que te extraño.
Lo suficiente, que te extraño.
Descansa,
mucho, pero tampoco tanto
como para sólo poderte ver de noche,
mucho, pero tampoco tanto
como para sólo poderte ver de noche,
que de día en sol abrigas
los campos de quienes
te ven (y yo incluído):
Que yo soy pasto y tierra
y flores y animales y todo
lo que esté por debajo
de tu cielo.
te ven (y yo incluído):
Que yo soy pasto y tierra
y flores y animales y todo
lo que esté por debajo
de tu cielo.
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