16 de julio de 2013

8 de julio de 2013

Hormiguero.

       Suelo hablar con las hormigas y contarles mis aventuras. Algunas tienen nombre aunque casi nunca las reconozca. Creo que el nombre no importa; ni ellas son sus nombres ni yo soy el mío.
       Tampoco importa si me responden. 
       Ellas ignoran que son hormigas y yo ignoro que soy hombre, total que todos somos parte de la misma tragedia; parte del mismo hormiguero.


5 de julio de 2013

¿Soy el único?

       ¿Soy el único? ¿El único que desearía vivir en medio de un mundo en ruinas? 
       Que el céfiro sople trayendo los quejidos de musas de otro tiempo. Que el silencio sea la compañía restante de un mundo que estaba enfermo. Desintoxicándose con el sabor de las estrellas en medias noches que se estiren como las arrugas de los viejos, es decir, sin saber dónde comienzan o dónde acaban. Bañándose con las lágrimas de un cielo que solloza con serenidad. Donde los hombres acudan a escuchar el repicar de sus corazones como si fueran un templo. 
       Un mundo en ruinas donde no se pretenda reconstruir averno alguno jamás.